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Este es un espacio de reflexión sobre temas de comunicación, especialmente relacionados con la investigación y el conocimiento de las Audiencias de los medios de comunicación, sus transformaciones, conceptualizaciones, tendencias en su estudio... etc.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Fortalezas y dudas sobre la medición de las Audiencias de TV

Una persona se llevaría muchas sorpresas si analizara cómo se miden las audiencias de la televisión. En cualquier país en el que éste negocio se maneje bajo la lógica del libre mercado, el tiempo de publicidad al aire cuesta mucho. Así, los anunciantes invierten ingentes recursos para captar la atención de un público del que, en general, saben poco. Como consecuencia también se invierte mucho en tratar de saber más sobre los espectadores de la pantalla chica.

Así, se han desarrollado tecnologías y metodologías para acopiar datos, información, sobre las audiencias de la televisión. Algunas empresas han promovido paneles usando métodos cualitativos, otras han adoptado tecnologías (TiVo, TRA o Rentrak), ya no se habla exclusivamente del rating, sino que también es importante la fidelidad de la audiencia, pero lo que más se sigue usando, por lo menos en América y en algunos países de Europa, es la medición directa a través de los Audímetros, dentro de los cuales el más conocido es el People Meter.

Esta tecnología fue inventada en los años 30 para seguir la audiencia de la radio, en los años 50 se empezó a llevar a la televisión y fue posicionada tiempo después por firmas como Nielsen Media Research.

Esta medición se fundamenta básicamente en dos pilares: la correcta definición de una muestra representativa de la audiencia potencial de televidentes de un país y el seguimiento directo a los patrones de consumo de esa muestra, a través de un dispositivo (cajita negra) que se conecta en la televisión y de un "control remoto" que identifica a cada uno de los miembros de la familia (e invitados) y ayuda a monitorear sus acciones.

La información obtenida a través de éste proceso se convierte en dos indicadores fundamentales del consumo de televisión: el rating y el share.

El share es una medida que responde a la pregunta ¿De todos los televisores que están encendidos, cuántos están viendo este canal? Por su parte el rating responde a la pregunta ¿De todos los televidentes potenciales del país (no sólo los que están encendidos) cuántos están viendo este programa?

Cada punto de rating y el porcentaje del share inciden directamente en el valor del segundo en un espacio publicitario. Así, la medición por audímetro se convierte en la principal fuente de información para la toma de decisiones millonarias por parte de anunciantes, ayuda a definir la suerte de los programas y, en últimas, contribuye con la regulación del mercado de la televisión.

Hasta acá todo suena bien, lo malo empieza cuando surgen críticas al sistema y dudas sobre su operación. Lo que está en juego es mucho...

Algunas de las principales críticas son:
Teniendo en cuenta que toda una industria se apoya en los datos provenientes de la audimetría y que los programas que consumen las diferentes sociedades al rededor del mundo también se definen siguiendo la misma lógica, resulta por lo menos preocupante que haya sensaciones de submedisión, error, concentración empresarial y falta de información al respecto. Se plantea así otro escenario en el que el avance de la tecnología digital le impone retos a una industria multimillonaria. Será que en definitiva puede haber vida más allá del rating?

lunes, 12 de marzo de 2012

Uso de internet en Latinoamérica. Tendencias digitales.

Tendencias Digitales, empresa de investigaciones en línea, análisis de mercados y audiencias digitales, especializada en estudios sobre el mercado digital latinoamericano, publicó recientemente información general del estudio Latin American Internet Usage que muestra algunos datos de interés para conocer la situación de consumo de Internet en los países latinoamericanos.

Los siguientes gráficos son tomados de la página web de la compañía http://www.tendenciasdigitales.com/ y se reproducen para facilitar su análisis y comentario.

Llama la atención el crecimiento sostenido en el número de usuarios de Internet en la región. Las cifras muestran un paso del 10% en 2003 a un 37% en 2011, con proyecciones de llegar a un 45% en el 2014. Esta situación, además de ser positiva desde las perspectivas del éxito de las políticas de diversos gobiernos para cerrar la brecha digital, supone un reto para los productores de contenidos que ven como día a día crece su mercado potencial. Ya se veía en el informe La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños y adolescentes ante las pantallas cómo el computador había desplazado la histórica preferencia por la televisión en esta audiencia. Además, tal crecimiento también exige un compromiso de padres y educadores con el desarrollo de acciones de alfabetización digital, que contribuyan a un adecuado uso de la ventana de contenido que se viene abriendo en muchos hogares.  


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En coherencia con el citado informe del Foro Generaciones Interactivas la situación de los países de la región no es uniforme en cuanto a la penetración de Internet. Son de resaltar casos como los de Chile, Colombia, Brasil y México, entre otros, y por el contrario preocupa el rezago que se vive en naciones como Nicaragua, Bolivia y El Salvador.

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Al comparar el latinoamericano con otros mercados, se aprecia como la penetración de Internet en grandes potencias como Estados Unidos, Japón, Alemania y el Reino Unido está entre el 78% y el 83%, cifras que superan por más del doble el promedio de esta región.

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En cuanto a las transformaciones en el tipo de uso dado a Internet, las cifras muestran crecimientos inusitados del más del 100% en áreas como el turismo, la comunicación de voz IP, los procedimientos gubernamentales y las ventas On line.


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Sobre los usos más frecuentes por país el informe define cuatro grandes categorías y ubica a cada nación en una de ellas: Información y Socialización; Transacciones; Multimedia y Entretenimiento y Nichos sociales. El siguiente gráfico proporciona información sobre las actividades contenidas en cada categoría, así como los paises en donde dichos usos son predominantes.

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La penetración y el consumo de Internet es un factor determinante para comprender la actual dinámica de comportamiento de las audiencias, puesto que gran parte de los usuarios de medios han transformado sus patrones de consumo en función de su acceso a la Web. Es sabido que la navegación y la ejecución de diferentes actividades en Internet han desplazado el consumo de otros medios y que también las audiencias jóvenes suelen realizar varias actividades de consumo mediático de forma simultánea, pero en la mayoría de los casos el Internet es el eje articulador en torno del cual gira el consumo de los demás medios.

sábado, 10 de marzo de 2012

Algunas cifras sobre consumo de televisión: Europa y América Latina ¿realidades contrarias?

Mediametrie, prestigiosa compañía francesa de análisis e investigación de mercados de medios de comunicación presentó el pasado miércoles 8 de marzo el informe 2012 Kids TV Report, estudio realizado a través del panel Eurodata TV Worldwide.

Los investigadores titularon el informe Kids Love the Small Screen en abierta referencia al crecimiento del tiempo promedio de exposición a la pantalla chica que han experimentado los niños en los dos últimos años. En el comunicado oficial de la compañía Johanna Karsenty, Gerente de investigación de Eurodata TV Worldwide, afirma que los hábitos de los niños para ver la televisión han cambiado, porque las nuevas tecnologías ahora les permiten interactuar con sus personajes favoritos, un fenómeno que retroalimenta a los grandes programas de televisión.  
El 2012 Kids TV Report menciona que en el 2011 los niños europeos gastaron más tiempo en frente de la televisión que nunca. Los tiempos diarios promedio de consumo de televisión en Francia fueron de 2 horas y 18 minutos al día ; en Inglaterra 2 horas y 24 minutos; en España de 2 horas y 38 minutos y en Italia 2 horas y 42 minutos, la más alta de los países analizados.

Esta tendencia de aumento que se presenta en el público infantil europeo se confirma con los datos de consumo general en España, según la firma de consultoría audiovisual Barlovento, con datos de Kantar Media. El estudio de esta compañía evidencia que el pasado mes de febrero se presentó el mayor tiempo de consumo de televisión de la historia, con un promedio de 4 horas y 27 minutos. Menciona Barlovento que Andalucía con 284 minutos encabeza el ranking por comunidades, mientras que Galicia es la de menor consumo con 231 minutos.
Este crecimiento en el consumo de televisión en España puede estar relacionado con dos coyunturas: la implementación del sistema de televisión digital terrestre TDT, que en los próximos meses vivirá el segundo apagónanalógico y con la crisis económica por la que atraviesa el país, que ha llevado a que más personas estén en el paro y por lo tanto tengan más tiempo libre para ver la televisión.

Los datos mencionados, si bien son consistentes con la situación de España, de alguna manera contrastan con los resultados del informe La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños yadolescentes ante las pantallas, que fue reseñado en un post anterior, en donde se muestra que de los 24.320 participantes (entre los 6 y los 18 años) el 31% afirmó ver la televisión más de dos horas al día entre semana, mientras que el fin de semana dicho porcentaje se sitúa en el 34%. Estos resultados suponen un descenso en comparación con los datos arrojados por el mismo estudio en el 2008, año en el que los porcentajes de jóvenes que veían más de dos horas de televisión al día era del 40% de lunes a viernes y del 43% el fin de semana.
Se presenta así un escenario en el que al parecer los niños europeos incrementan su consumo de televisión, mientras que los latinoamericanos lo disminuyen en función del uso de otras pantallas. En ese sentido cabe preguntarse si ¿dependiendo de la metodología de estudio la visión de una audiencia cambiará?, o si ¿dentro de un escenario más o menos compartido (evolución de la tecnología, ampliación de oferta de contenidos, etc.) se están configurando lógicas de consumo diferentes por regiones geográficas? Al parecer, los grandes estudios elaborados por importantes organizaciones nos aportan más preguntas que respuestas, lo cual es positivo para un campo de estudio en proceso de fortalecimiento.


jueves, 8 de marzo de 2012

¿Qué son y cómo acercarse las audiencias? Una propuesta desde los individuos

A pesar de que el objetivo de este Blog no es ser fuente de definiciones académicas, sino más bien un escenario de análisis, en el presente post incluiré algunas aproximaciones al concepto de Audiencia, con el ánimo de establecer un marco general de referencia y dentro de él dejar planteada una perspectiva interesante para su estudio. Sin embargo es necesario advertir que tal tarea no es sencilla, pues las múltiples miradas que se pueden dar al proceso comunicativo hacen que también haya múltiples formas de conceptualizar a los individuos que reciben sus productos.

Así, algunas definiciones generales como la de la Real Academia Española mencionan, dentro de múltiples acepciones, que la audiencia es el público que atiende los programas de radio y televisión, o que asiste a un acto o espectáculo. También se aborda como el número de personas que reciben un mensaje a través de cualquier medio de comunicación.

Desde una  perspectiva clásica McQuail en su obra Introducción a la teoría de la comunicación de masas menciona que el término audiencia se emplea para describir a las personas, cuyo consumo de productos mediáticos se convierte por lo menos en un requisito y, posiblemente, hasta en una exigencia para adquirir la pertenencia a una sociedad moderna. Por su parte Bratich en su artículo Amassing the multitude: revisiting earlyaudience studies refiere a la audiencia como una problematización, una manera de capturar conceptualmente la variedad de prácticas comunicativas y de procesos de mediación de la subjetividad. Finalmente Maritza López de la Roche, en el texto Audiencias prioritarias: niños y jóvenes argumenta que las audiencias hoy no las podemos concebir como simples grupos de consumidores o espectadores de los medios, sino en su carácter de espacios donde ocurren hechos socialmente significativos. Menciona la autora que en las audiencias se construyen identidades, se comparten significados colectivos, se generan nuevas ideas se crean estilos de vida. En consecuencia, el término audiencia equivale a lugares sociales donde se producen o reproducen los significados, la memoria colectiva, la cultura. Esto, a su vez, implica pensar en las audiencias como poder.

En cuanto al estudio de las audiencias Amparo Huertas en su artículo Sobre la construcción ontológica del concepto audiencia menciona que en términos generales, a lo largo de la historia de la investigación en el área de la comunicación, el concepto de audiencia ha sido tratado como objeto de estudio a partir de tres consideraciones que hoy siguen siendo vigentes:

1.     Audiencia como masa: Ésta es la lógica que domina en el campo del mercado. El  hecho de que los medios de comunicación son un tipo de negocio hace que inevitablemente surjan estrategias encaminadas a maximizar su rentabilidad. Menciona la autora que desde ésta perspectiva no se trata de satisfacer a los sectores de la población de gustos minoritarios, sino de ofrecer los productos que más espectadores atraigan. No se trata de dar respuestas a grupos sociales, sino de vender productos que potencialmente aseguren un mercado.

2.     La audiencia segmentada por amplios grupos sociales determinados por aspectos socioeconómicos. Los estudios de audiencia especializados en niños, en adolescentes o en la tercera edad, o aquellos centrados en las cuestiones de género, lo que hacen es analizar a grupos concretos para poder detectar aquellos comportamientos regulares más extendidos entre sus miembros y de allí derivar conclusiones que faciliten acercarse a ellos.

3.     La audiencia formada por individuos. Los trabajos que tratan acerca de las particularidades psicológicas forman parte de esta tendencia. Por ejemplo los análisis de procesos de identificación desde experiencias cognitivas o los estudios de lazos afectivos que se generan entre el espectador y los personajes de televisión. La consideración del individuo como principal fuente de información  se enmarca en este modo de abordar la audiencia. Ahora bien, entre este último conjunto de iniciativas, dominan las que consideran al individuo como un elemento central, cuyo estudio permite observar y entender la sociedad.

Teniendo en cuenta ésta breve tipología, por qué no impulsar el estudio de las audiencias desde la perspectiva de los individuos, lo cual permite que se genere un escenario de reflexión y comprensión del entorno cambiante de los medios, pero no centrado en la tecnología, ni en las lógicas empresariales que impregnan el manejo de los medios, sino desde las personas que son quienes reciben los productos mediáticos y quienes se pueden ver afectadas positiva o negativamente por ellos.

Es importante no perder de vista que en medio del convulsionado escenario de transformación mediática se encuentra el ser humano, que es más que un consumidor, que no se puede limitar a un índice de sintonía y que no es una extensión de la tecnología. Por el contrario, es por él y para él que se hacen los medios y, en el contexto actual, en el escenario de los medios el ser humano debería encontrar su plenitud como ser social, sin embargo no sabemos si esto se está logrando.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Un escenario cambiante

En su libro The transformation of the media and communication industries (2010), Alan Albarran, profesor de North Texas University menciona que existen unas macro fuerzas que están conduciendo la continua transformación de la industria de los medios y sus mercados: la tecnología, la globalización, la economía, las regulaciones y los cambios sociales. Menciona el autor que aunque todas son independientes, actúan al mismo tiempo y se relacionan en la práctica, generando en la dinámica comunicativa más plataformas para los anunciantes y por consiguiente más opciones para los consumidores.

En el mismo sentido Jennings Bryant y Dorina Miron en su artículo Theory and Research in MassCommunication plantean la dificultad de reflexionar sobre los medios hoy, debido a la extensión y velocidad de las transformaciones que sufren, gracias a la innovación permanente en las tecnologías que emplean. Mencionan los autores que quienes lo intentan se ven enfrentados a una condición similar a la del meteorólogo, que cuando formula el pronóstico, las condiciones del tiempo ya han cambiado.

Al respecto puntualizan los citados autores que hoy en el panorama de medios hay cambios dramáticos en la forma, contenido y sustancia; que nuevas formas de medios interactivos, como los desarrollados en la Web, están alterando el modelo tradicional de comunicación masiva desde la comunicación de uno-a-muchos a la comunicación de muchos-a-muchos; que los patrones de propiedad de los medios están modificándose dramáticamente, de modo que los empresarios tienden a despreocuparse de las necesidades de entretenimiento, informativas, educativas, políticas y sociales de las audiencias; que los patrones de percepción y los hábitos de consumo de las audiencias en el mundo entero están cambiando rápidamente; que la unidad primaria del consumo medial –la familia- está experimentando cambios notables y que incluso en entornos familiares tradicionales estables, los medios interactivos están redefiniendo la vida familiar.

Así, comprender la actual lógica de la comunicación de masas, más que un reto académico,   es una necesidad social, pues día a día los medios tienen mayor influencia en la vida de las personas y las personas tienen menos interés en desprenderse de sus medios. Ya no es necesario estar en casa para ver televisión, pues ella va en el bolsillo a través de los teléfonos celulares o las tabletas; los medios y los periodistas perdieron el monopolio de la información y la opinión, porque hoy los blogs y las redes sociales, administrados por cualquier ciudadano, convocan a más personas que los periódicos o las revistas; la paciencia de los jóvenes ya no se pone a prueba al escuchar radio, porque si la programación no convence, lo único que deben que hacer es conectarse al reproductor personal.

Incluso la financiación de los medios de masas está cambiando, debido a que en la actualidad no es fácil encontrar un producto que congregue a millones de personas, como ocurría pocos años atrás con las telenovelas o los deportes, ahora cientos de programas compiten entre ellos por una porción de una audiencia fragmentada (Webster, 2003).

Día a día va a ser más difícil repetir la historia de The war of theworlds sencillamente porque ya no hay tanta gente alrededor de un producto mediático y porque, en muchos casos, ha aumentado la apatía y ha decrecido la credibilidad. Así, los anunciantes están migrando a escenarios diferentes, en donde puedan asegurar el contacto de sus productos con una audiencia definida.

Al respecto el informe Estado de los medios de comunicación denoticias 2010, publicado por el Pew Research Center, menciona que en los Estados Unidos los periódicos, incluso los periódicos en línea, experimentaron una caída del 26% en sus ingresos durante el año 2009, lo que equivale a un pérdida total del 41% durante los tres últimos años. Menciona el citado informe que los ingresos de la televisión local por publicidad disminuyeron en un 24% en el mismo año, tres veces más que en el 2008, y los de las cadenas televisivas nacionales cayeron en un 7%. Asimismo los ingresos de la radio también decrecieron en un 18% y los de las revistas en un 19%, Por su parte los ingresos provenientes de la publicidad en línea bajaron alrededor de un 5%.

Así, se aprecia cómo cambian las tecnologías, se ve el cambio en el modelo de negocio, se identifican los elementos del contexto que están facilitándolas transformaciones, se evidencian los cambios en los modelos de comunicación que surgen en éste escenario, pero ¿qué pasa con las personas que componen las audiencias y cómo se puede hacer crecer ésta perspectiva de estudio?

martes, 6 de marzo de 2012

Una anécdota sobre los inicios de los Medios y sus Audiencias

John Moffitt (2006) en Alienígenas, un análisis iconográfico del comportamiento social a través de historias de seres de otro mundo, recuerda una de las anécdotas más cargadas de contenido en la historia de los estudios sobre medios de comunicación y su influencia en la sociedad: la transmisión radial de The war of the worlds, el clásico de ciencia ficción escrito por H.G. Wells en 1898, dentro de un especial de Halloween preparado por la cadena CBS que fue transmitido el domingo 30 de octubre de 1938, en Estados Unidos.

Menciona el autor que esa noche millones de familias estadounidenses se reunieron en torno a la radio, como era costumbre, para escuchar los programas que entretenían a la creciente sociedad de masas. Durante las pausas las cadenas solían pasar noticias, por eso no fue extraño que la programación fuera dramáticamente interrumpida por un boletín retransmitido desde Chicago por el profesor Farrel, del observatorio Mount Jennings, e inmediatamente confirmado por el profesor Pierson, de la Universidad de Princeton, que asombrados contaban al mundo sobre varias explosiones incandescentes que estaban sucediendo en Marte. Finalizada la información y después de un interludio musical, nuevamente la CBS interrumpía para narrar sobre un objeto en llamas que se había estrellado en Grover’s Mill Nueva Jersey.

Posteriormente, a través de relatos apasionados, el periodista Carl Phillips informaría, desde el lugar de los hechos, que del interior del artefacto siniestrado salían unos monstruos enormes, con caras oscuras, piel brillante y ojos negros, como de insecto. Estos extraterrestres, informaba Phillips, rápidamente procedieron a liquidar a los policías de Nueva Jersey con lanzallamas. Los gritos de horror se oían con claridad a través de la radio en las salas de los hogares norteamericanos y cuando fue momento de hacer una pausa comercial, los marcianos habían atacado todo el país y las personas que se vincularon tardíamente a la transmisión y no sabían que se trataba de un especial de Halloween, entraron en pánico colectivo.

A través del prisma de la historia hoy se entiende que esa respuesta masiva era previsible. Para 1938 la radio era el medio de comunicación de mayor penetración en la sociedad norteamericana, pero los ciudadanos hasta ahora estaban aprendiendo a convivir con ella. Todos los días los programas de variedades eran interrumpidos por noticias relacionadas con la crisis económica y social que desde 1929 no daba tregua. Además, a través de las ondas radiofónicas se había vuelto común conocer relatos impactantes sobre el partido nacionalista  alemán y sobre el fascismo italiano. La credibilidad de la radio era muy alta y el mundo llegaba a los americanos a través de ella. Con ésta situación, ¿por qué no creer en la invasión extraterrestre?

Ésta anécdota grafica el momento histórico en el que se despierta en el mundo académico  un creciente interés por el conocimiento y la comprensión de los medios masivos y, en consecuencia, se desarrollan las primeras investigaciones y las primeras teorías al respecto. Varias décadas han pasado desde la formulación de la teoría hipodérmica, el paradigma de Lasswell, la teoría de la información, el modelo matemático de Shannon y Weaver o tantos otros que han pretendido explicar la dinámica de la comunicación masiva. Todos ellos han armado una pieza del rompecabezas, pero al final muchas de las preguntas en torno a The war of the worlds siguen vigentes: ¿Cuáles son los alcances de los medios en la sociedad? ¿Son agentes de movilización social? ¿Sus efectos son directos e inmediatos? ¿El medio determina el contenido? ¿El contenido determina los  efectos? ¿Se puede hablar de efectos? ¿Hay personas vulnerables? ¿Qué papel juega el contexto?, entre muchas más.

Una de esas muchas preguntas, en una sociedad como la contemporánea y en un contexto empresarial y mediático marcado por la permanente transformación, debe estar relacionada con las consecuencias que esos cambios pueden llegar a tener en las audiencias, que en últimas son las personas.

Sin embargo, debido al acelerado proceso de transformación que vive el mundo, en general hay poca reflexión sobre lo que se está transformando. Se analizan elementos que son determinantes para un negocio, como por ejemplo el factor tecnológico y las múltiples posibilidades que éste brinda, o el impacto de la tecnología en los resultados de una empresa. Incluso se observan y transforman los procesos internos de las organizaciones para maximizar sus resultados; pero poco se estudia sobre lo que esos cambios generan en las personas, que por lo general están al final de las cadenas de producción y de servicio, pero que paradójicamente deberían ser el inicio y la motivación de toda actividad humana.

lunes, 5 de marzo de 2012

La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños y adolescentes ante las pantallas. Reseña.

No es fácil encontrar información actualizada, detallada e imparcial sobre el perfil de las audiencias de los medios de comunicación en la actualidad. Por este motivo me permito reseñar un libro que fue publicado en el 2011 por parte de investigadores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en colaboración con otras entidades: La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños y adolescentes ante las pantallas.

Xavier Bringué, Charo Sádaba y Jorge Tolsá. La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños y adolescentes ante las pantallas. Colección Generaciones Interactivas – Fundación Telefónica, Madrid, 2011, 635 pp.

Desde el Foro generaciones interactivas http://www.generacionesinteractivas.org, organización sin ánimo de lucro impulsada por la Fundación Telefónica, la Universidad de Navarray la Organización Universitaria Interamericana, que tiene por misión promover un uso de la tecnología que haga mejores a las personas, se viene desarrollando desde el 2007 un proyecto de investigación y responsabilidad social, de alcance internacional, que ha arrojado diversos libros y artículos que han ayudado a tener una mejor comprensión de la configuración de las audiencias de medios conformadas por niños y adolescentes, en los albores del siglo XXI.

Los autores son Xavier Bringué, Charo Sádaba y Jorge Tolsá, los dos primeros profesores del Departamento de Empresa Informativa de la Universidad de Navarra y el último, doctorado en dicha Institución, se desempeña como miembro del Foro Generaciones Interactivas, con sede en Madrid. Los tres expertos cuentan con importantes trayectorias académicas y profesionales en los campos de la comunicación, la publicidad y los nuevos medios.

La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños y adolescentes ante las pantallas recoge los resultados de una investigación en la que participaron 24.320 estudiantes, entre los 6 y los 18 años, de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Perú. El libro muestra de manera detallada el perfil de los usuarios jóvenes de internet, celulares, videojuegos y televisión. “Estas tecnologías, que se caracterizan por ser digitales y por facilitar la interactividad, generan una nueva tipología de usuario que, lejos de formar parte de una audiencia pasiva o limitada en sus posibilidades a una mera elección, se convierte en auténtico protagonista de la llamada sociedad de la información” (p.26).

Los países analizados reportan un especial interés al ser, en su mayoría, economías emergentes, en las que en los últimos años se han desarrollado múltiples políticas enfocadas hacia el crecimiento y aprovechamiento en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.

En el primer capítulo, los autores explican la metodología usada en desarrollo del proyecto, haciendo especial énfasis en la definición de la muestra de cada uno de los países participantes y en los procesos estadísticos seguidos para elevar el nivel de confiabilidad de los resultados. Asimismo, se describen los cuestionarios aplicados a los grupos en los que se dividió la población estudiada (de 6 a 9 años y de 10 a 18 años) y los protocolos de trabajo de campo, que dejan en evidencia la rigurosidad y transparencia de los datos obtenidos.

En el segundo capítulo, los autores inician el despliegue de los resultados con un apartado dedicado al acceso a equipos tecnológicos que facilitan el consumo. Los datos se muestran por rango de edad, por sexo y por país, ofreciendo así diferentes y complementarias miradas sobre la información. Sobre el equipamiento de los hogares el informe destaca que uno de cada tres menores entre los 10 y los 18 años no posee ninguna implemento tecnológico, frente a lo cual se concluye que “la brecha digital existe entre esta generación” (p. 28). Sin embargo, lejos de mostrar una realidad homogénea en relación con el equipamiento, la publicación muestra que se pueden distinguir algunas particularidades en función de la edad y el sexo, pero sobre todo, del país de procedencia de los menores, destacando el caso de Chile, Argentina, Colombia y Brasil, naciones con amplios niveles de equipamiento tecnológico en los hogares.

Sobre las transformaciones que ha tenido el consumo de medios en la población analizada menciona el informe que “Las TIC están teniendo influencia en el consumo de los medios tradicionales, pero hay que considerar que la Generación Interactiva no ha sufrido el efecto desplazamiento tal y como se entiende de modo habitual. El uso que ellos hacen de las nuevas pantallas no ha implicado que hayan prescindido de otras, sino que desde el inicio, cuando han conformado su dieta mediática, las nuevas han formado parte del menú”. (p. 126). De igual manera los autores añaden que “Si hay algo que caracteriza a la Generación Interactiva, a la luz de los datos, es su preferencia mayoritaria por el ocio y el entretenimiento mediado por la tecnología” (p. 133).

Dentro de los hallazgos presentados en la publicación es de resaltar el apartado correspondiente a preferencias en el uso de pantallas, en donde se develó que el Internet es el medio preferido por la Generación Interactiva, incluso sobre la televisión y sobre otras pantallas interactivas como los teléfonos celulares.

En el tercer capítulo, los autores desarrollan los resultados encontrados en torno al uso del teléfono celular por parte de la Generación Interactiva. Al respecto menciona el informe que “conforme aumenta la edad de los encuestados también lo hace su posesión de un celular, pasándose de un índice del 22% a los 6 años de edad, hasta alcanzar una tasa del 82% a los 17 años” (p. 242). De aquellos que poseen teléfono celular, el 84% lo consiguió antes de los 13 años. Los resultados también ponen de manifiesto que los más jóvenes de la Generación Interactiva prefieren la televisión sobre el celular, pero que esta tendencia se revierte con el tiempo, especialmente a partir de los 14 años. Asimismo se aprecia que la preferencia entre celular o videojuegos se inclina hacia los segundos en las poblaciones de menor edad y en los hombres, mientras que todos claramente prefieren los celulares frente a dispositivos de música como MP3 o IPod.

En el cuarto capítulo los autores presentan los resultados relacionados con el consumo de videojuegos por parte de la Generación Interactiva. Al respecto se menciona que el 71% de los niños entre 6 y 9 años y el 62% de los de 10 a 18 manifiestan usar habitualmente videojuegos o juegos de computadora. Entre los 7 y los 12 años más del 70% declara jugar, porcentaje que baja al 50% a los 18. A los 18 años, mientras el 62% de los chicos declara jugar, menos del 40% de las chicas lo hace. La computadora es la plataforma más frecuente para el juego digital, seguida por la PlayStation2, las consolas fijas siguen siendo más usadas que las portátiles, que alcanzan, en términos generales, a uno de cada cuatro menores entre los 10 y los 18 años. Casi la tercera parte de los consultados reconocen situaciones de juego individual, mientras que los restantes compartes ese espacio con sus hermanos, amigos y en menor medida con sus padres.

En el quinto y último capítulo los investigadores despliegan los resultados en torno a la relación de la Generación Interactiva con la Televisión, tecnología calificada como “el medio rey” (pp. 437) desde el punto de vista de la posesión, pues el 67% de los pequeños y el 73% de los mayores asegura contar con al menos dos televisores en su hogar, mientras que sólo “el 4% de los pequeños (6-9 años) y el 3% de los mayores (10-18 años) afirma vivir en una casa en la que la televisión no esté presente” (pp. 437).

En cuanto al tiempo de exposición es de resaltar que el 31% de los jóvenes consultados afirmó ver la televisión más de dos horas al día entre semana, mientras que el fin de semana dicho porcentaje se sitúa en el 34%. Estos resultados suponen un descenso en comparación con los datos arrojados por el mismo estudio en el 2008, año en el que los porcentajes de jóvenes que veían más de dos horas de televisión al día era del 40% de lunes a viernes y del 43% el fin de semana. Este es uno de los datos que mejor ejemplifica la transformación que está viviendo la Generación Interactiva en los últimos años, un cambio marcado por el desplazamiento de medios tradicionales y el consecuente posicionamiento de otras lógicas de consumo mediático.

La Generación Interactiva en Iberoamérica 2010 Niños y adolescentes ante las pantallas, es en definitiva una radiografía profunda sobre la situación de consumo de medios digitales de los jóvenes en los países analizados. De allí se derivan por lo menos dos de sus grandes fortalezas tanto para el ámbito académico, como para la industria de la comunicación y las tecnologías de la información: La primera es la cantidad de información detallada, organizada e interpretada, que sin lugar a dudas tiene un alto valor estratégico y comercial. La segunda es la identificación de cuestionamientos y preguntas para un campo de estudio dinámico, cambiante y central en el ámbito de la comunicación: la investigación de las audiencias.