Así, se han desarrollado tecnologías y metodologías para acopiar datos, información, sobre las audiencias de la televisión. Algunas empresas han promovido paneles usando métodos cualitativos, otras han adoptado tecnologías (TiVo, TRA o Rentrak), ya no se habla exclusivamente del rating, sino que también es importante la fidelidad de la audiencia, pero lo que más se sigue usando, por lo menos en América y en algunos países de Europa, es la medición directa a través de los Audímetros, dentro de los cuales el más conocido es el People Meter.
Esta tecnología fue inventada en los años 30 para seguir la audiencia de la radio, en los años 50 se empezó a llevar a la televisión y fue posicionada tiempo después por firmas como Nielsen Media Research.
Esta medición se fundamenta básicamente en dos pilares: la correcta definición de una muestra representativa de la audiencia potencial de televidentes de un país y el seguimiento directo a los patrones de consumo de esa muestra, a través de un dispositivo (cajita negra) que se conecta en la televisión y de un "control remoto" que identifica a cada uno de los miembros de la familia (e invitados) y ayuda a monitorear sus acciones.
La información obtenida a través de éste proceso se convierte en dos indicadores fundamentales del consumo de televisión: el rating y el share.
El share es una medida que responde a la pregunta ¿De todos los televisores que están encendidos, cuántos están viendo este canal? Por su parte el rating responde a la pregunta ¿De todos los televidentes potenciales del país (no sólo los que están encendidos) cuántos están viendo este programa?
Cada punto de rating y el porcentaje del share inciden directamente en el valor del segundo en un espacio publicitario. Así, la medición por audímetro se convierte en la principal fuente de información para la toma de decisiones millonarias por parte de anunciantes, ayuda a definir la suerte de los programas y, en últimas, contribuye con la regulación del mercado de la televisión.
Hasta acá todo suena bien, lo malo empieza cuando surgen críticas al sistema y dudas sobre su operación. Lo que está en juego es mucho...
Algunas de las principales críticas son:
- La información es exclusivamente cuantitativa: Como se mencionó, son indicadores que requieren de más insumos para ser adecuadamente interpretados.
- La muestra no es representativa y simplifica la realidad estudiada: Para que nos hagamos a una idea, en los Estados Unidos, un país con más de 313 millones de habitantes, la medida se toma aproximadamente con 50 mil personas, provenientes de 20 mil hogares, es decir mucho menos del 1 por ciento.
- La sensibilización de los participantes no es adecuada: Se habla de casos en los que algunas personas que hacen parte de la muestra asumen comportamientos poco serios frente a la medición. Por ejemplo, sintonizan un canal y se van a hacer otra actividad.
- No se tiene en cuenta el comportamiento "multitasking" del televidente de hoy: Una persona puede tener encendida la televisión, pero su atención puede estar centrada en los contenidos de las redes sociales en Internet.
- En algunas oportunidades se presentan fallas técnicas que impiden procesar los datos del rating y por lo tanto los actores del mercado de la televisión quedan andando a ciegas, incluso por varios días.
- La medición del rating tiende a ser un negocio monopolístico: Este punto es muy debatido, porque algunos afirman que no puede haber dos o más fuentes de información debido a la importancia de tener un mercado estable, mientras otros opinan que las compañías medidoras terminan cometiendo errores y abusos, debido a que son las únicas dueñas de la información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario